07-03-2018 ~ por
María Echegaray
¿Qué es lo que primero miramos? ¿Con qué nos encantan?
¿Qué es lo que primero miramos? ¿Con qué nos encantan?
No es algo que decidamos en forma consciente, sino que se nos van los ojos solitos, sin siquiera pensarlo. Esto es lo primero que nos atrae de los hombres y no hay forma de evitarlo!
1. La sonrisa: es lo primero que miramos del otro. ¿Quién puede rendirse ante una simple y espontánea sonrisa encantadora? Hombres, ¡tomen nota!, la sonrisa es muy poderosa, así que, si es necesario, recurran al ortodoncista -para esto no hay límite de edad- y asegúrense de su sonrisa sea impecable. Asimismo, si esa sonrisa se transforma en carcajada, la atracción es completa.
2.Las manos: otra gran carta de presentación. Las manos nos dicen mucho sobre la pulcritud, el cuidado personal y disposición hacia el trabajo.
Si tiene las manos cuidadas, seguramente será una persona atenta a los detalles y el cuidado de lo que le rodea.
3. Los ojos: las mujeres somos muy intuitivas y podemos captar lo que hay detrás de una mirada, su intención y sinceridad, con sólo mirarlo detenidamente a los ojos por un momento y sabremos más de lo que se imaginan.
4. El tamaño del cuerpo: también es un tema de instinto puesto que el inconsciente femenino relaciona la altura directamente con el nivel de seguridad y protección que el propio género necesita del macho.
Lo cierto es que, a primera vista, el más grande llama la atención primero.
5. El tono de su voz: la voz grave va de la mano de un mayor nivel de testosterona, la hormona que caracteriza el género masculino y que impacta y atrae al género femenino. Por eso, cuando escuchamos una voz ronca, profunda, sentimos que algo muy interno se activa… y si tienen dudas, cierren los ojos y escuchen hablar a Keanu Reeves o a Gerard Butler …
6. Cuerpos musculosos: este tipo de hombres parecieran ser física y socialmente dominantes, justo lo que la mayoría de las mujeres buscan. El tema estará en que “la caja” venga acompañada con contenido, de lo contrario, este tipo de hombres terminan siendo parte de relaciones temporales.