17-11-2017 ~ por Bernardo Stamateas

Psicópata no es solamente un estafador o un asesino serial, sino que puede ser una persona que está en el trabajo, en la escuela, en la iglesia, en todos los ámbitos donde nos movemos

Prendemos el televisor, vemos las noticias y, ¿con qué nos encontramos? Un joven entra con un arma en un colegio y dispara a mansalva, un hombre ataca a una mujer y la prende fuego, entran en una casa para robar y maltratan a gente anciana que no puede defenderse, si rozás a alguien en el colectivo con la mochila te mira como si esto fuera lo último que harás… y la lista podría continuar indefinidamente.  Pero, la pregunta a hacernos sería: ¿qué es lo que desata tal crueldad en una persona sin ningún tipo de remordimiento?

La psicopatía está en todos lados. Psicópata no es solamente un estafador o un asesino serial, sino que puede ser una persona que está en el trabajo, en la escuela, en la iglesia, en todos los ámbitos donde nos movemos. Son expertos en la mentira, el engaño, y tendrán como fin traicionar y arruinar tu vida.

Siendo estos rasgos muy generales de la personalidad de un psicópata, seguramente en nuestra cabeza ya debe estar sonando una alarma que nos alerta de cuan peligroso puede llegar a ser tener cerca nuestro un individuo con estas características.

Es de suma importancia remarcar que estos individuos no son antisociales a simple vista, sino que el psicópata se caracteriza también por su capacidad de adaptarse y cambiar de forma rápidamente. El sujeto que padece este tipo de patología tiene en todo momento la sensación de que es mayor a los demás, posee un egocentrismo desproporcionado y un sentimiento de que puede hacer cualquier cosa que quiera, cómo y cuando quiera. Su meta permanente es buscar el poder y el control de todos los que están a su alrededor, de modo tal que esa ansía desmedida de poder lo convierte en un ser empático incapaz de comprender que haya personas que tengan ideas diferentes de las suyas. Y si agregamos a estas conductas el hecho que consideran a los otros como simples objetos, al psicópata se le hace aún más fácil maltratar, lastimar y abusar de los otros sintiéndose con pleno derecho a hacerlo, convirtiéndose así en un ser impune.

¿Cómo hacer para sacarse un psicópata de encima?

Con indiferencia, no te detengas a interiorizarte en absolutamente nada de lo que hace. Indiferencia es como que no existe. “No ignorar”, porque así estoy hablando de él y permitiendo que entre en mi círculo afectivo, solo con indiferencia. Prestemos mayor atención a las alertas que nos da nuestro propio ser con respecto a las otras personas. Analicemos lo que sucede con nosotros, porque cada vez que un psicópata entre en nuestras vidas será porque le dimos lugar.

La primera impresión que tengas de una persona es sumamente importante, sus primeros cinco minutos son primordiales, sin embargo no es el único parámetro en el que podamos apoyarnos. Hay muchas variables que pueden influir en cómo una persona te cae por primera vez y, si no confiaste en ella al instante, simplemente poné límites a la relación, no bajes la guardia pero tampoco la condenes. No gastes energía en ir evaluando a la gente por pasatiempo,  pero sí es sumamente importante y sano poner límites a las relaciones interpersonales que establecemos.

Levantá cerco a tu intimidad y no permitas que nadie viole tus emociones, escribí un cartel bien grande: ¡Prohibido entrar! Aprendamos a alejarnos de todo encuentro social que nos resulte tóxico. Alimentemos nuestros vínculos sociales saludables y cortemos todo tipo de conexión con aquellos que decidieron contaminar y amargarnos el día desde el momento en que nos levantamos.

Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a Bernardoresponde@gmail.com

 

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