Si bien es una mujer que transita en la industria del diseño y la moda desde su juventud, saltó a la fama mundial luego de que en el 2005 se hiciera una retrospectiva con su colección bajo el título “Iris Apfel: rara avis”.

Desde ese momento las revistas y publicaciones de moda comenzaron a propagar notas de ella, su estilo, su magia y sobre todo su vitalidad a pesar de ya estar en sus 80 años (para entonces).

Su estilo y capacidad de combinación fue imitado en cientos de editoriales de moda, y aún sigue sucediendo, como si fuera la habilitante global a seguir jugando, aún a pesar de la edad, y a ser como más te guste, sin importar nada más que tus ganas de libertad.

Ella dice que compró su primer complemento a los 11 años. “Soy una niña de La Gran Depresión, no teníamos mucho dinero. Nadie lo tenía. Y cuando conseguías un poco, aprendías a gastarlo sabiamente”, aseveraba.

Nació en Nueva York, Queens en 1921. Su madre poseía una boutique y su padre un negocio de importación. Ella, por su parte, se casó con Carl Apfel. Y junto a su marido, orientó sus pasos profesionales hacia el mundo del interiorismo. Ambos crearon la marca Old World Weavers y juntos se convirtieron en exitosos decoradores de interiores llegando a asesorar a nueve presidentes estadounidenses: de Truman a Bill Clinton.

En 2012 Firma para ser imagen de M·A·C. James Gager, director creativo de M·A·C, aseguraba al respecto: “Una mujer puede ser guapa a cualquier edad. La mujer de hoy no quiere parecer más joven, quiere parecer lo que es”.

Apfel, jovial como pocas, disfruta de esta inesperada efervescencia mediática y ofrece perlas como que el estilo es curiosidad y sentido del humor o que lo importante no es la fiesta, sino vestirse para ella.

“De pronto me he convertido en una estrella geriátrica. Mi marido y yo nos reímos mucho con la situación. He estado haciendo esto toda mi vida y ahora me encuentro con montones de revistas, sobre todo europeas, que están escribiendo sobre mí. ¡Pero yo no estoy haciendo nada distinto a lo que he hecho durante los últimos 70 años!”, apuntaba al respecto.

Pionera en el arte de combinar piezas de mercado de pulgas con ropa de marcas internacionales.

Además es una coleccionista incansable, se confiesa alérgica a las nuevas tecnologías: “Cualquiera que me quiera, puede encontrarme por teléfono. El correo electrónico y los celulales sólo han hecho torpe y aburrida a la gente joven. Ya no saben cómo hablar y comunicarse”. Y añade: “De hecho no me gusta lo moderno. Las tendencias vienen y van. Me gusta la ropa atemporal, lo simple, lo que puedas llevar mucho tiempo, aunque actualmente todo se usa una vez y se tira”.

En el 2014 salió a la luz un documental sobre ella que fue publicado en el catalogo de Netflix en 2015 ; recomendadísimo para que puedas inspirarte y llenarte de vitalidad y magia.

Créditos

  • Fuente: Google y Youtube
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