Tenemos la sensación de que el mundo entero está en nuestra contra. Es entonces que podemos adoptar una de estas dos actitudes:

Apasionarnos aún más por nuestro objetivo, aceptar el desafío y no dejar que nada ni nadie nos detenga hasta lograrlo.

La capacidad innata que tenemos para revertir las circunstancias negativas se ve bloqueada cuando permitimos que la ira y la frustración se arraiguen en nosotros. Mucha gente simplemente deja que el problema siga estando, sin hacer nada al respecto, porque se cree impotente y se resigna a “lo que le tocó en la vida”.

A veces lo que creemos que es un obstáculo externo en realidad es un límite autoimpuesto que terminamos por aceptar como real. Tal actitud echa por tierra toda posibilidad de perseverar en medio de las dificultades y, sobre todo, de creer en nosotros mismos.

Auto boicotearnos, que consiste en enojarnos, bajonearnos y dejar todo a mitad de camino.

En cambio cuando frente  a un obstáculo creemos que no es algo imposible de resolver, sino una oportunidad para aprender, nuestro nivel de autoconfianza aumenta y estamos listos para dar pelea. ¿Cuál es tu reacción cada vez que encontrás una piedra en el camino?

Todo lo que necesitamos para triunfar en la vida ya está dentro de nosotros, no precisamos ir a buscarlo a ninguna parte. Solamente debemos soltarlo y hacerlo crecer. Tal vez sentís que hoy tenés cero confianza en vos mismo y tu seguridad interna podría compararse con un grano de mostaza, pero te aseguro que tiene la fuerza necesaria para aumentar y mover montañas. Cuando tu autoconfianza sea ilimitada, no habrá muro que pueda detenerte.

Nada es más poderoso que un ser humano que cree en sí mismo.

¿Cómo te definís a vos mismo? ¿Cuáles son tus cualidades negativas que te gustaría modificar? ¿Cuáles son tus cualidades positivas de las que estás orgulloso? Todos los seres humanos tenemos una imagen de nosotros mismos, que es lo que se conoce como autoestima. Esta puede ser baja  alta, según la manera en la que nos percibamos (esta comienza a construirse en la niñez con los dichos de los demás sobre nosotros).

Como adultos, más allá de la opinión que otros tengan de nosotros, es uno mismo quien se califica de bueno o malo. Y esta calificación que nos damos a nosotros mismo será la forma en que enfrentemos la vida, es decir, nuestra actitud frente a ella. Así por ejemplo, si mi autoestima es baja, no me sentiré capaz de estudiar y obtener un título para luego acceder a un buen trabajo. En cambio, si mi autoestima es alta, me creeré capaz de lograr todo lo que me proponga, a pesar de las dificultades que la vida me presente.

Cada persona funciona en la vida, de acuerdo al valor que se ha asignado a sí misma.

Cuando nos movemos por la vida con autoconfianza, con seguridad y convicciones internas, como resultado nuestra estima aumenta y nos convertimos en personas proactivas. Es decir, que no necesitan motivaciones para actuar y dejan de auto boicotearse para entrar definitivamente en la senda de la acción con resultados extraordinarios.

Por más proyectos y propósitos que tengamos, si no confiamos en nosotros mismos, las cosas seguirán siendo siempre iguales, sin avance alguno, y nuestra estima será manipulada por los demás. No te auto boicotees más, elegí tener confianza en vos mismo.

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