Ahora que ya hemos pasado la fiebre de los bigotes y que estamos inmersos en la época dorada de las barbas, llega un nuevo protagonista que amenaza con quedarse: el denominado “man bun” (moño masculino) o rodete varonil.

Durante años hemos observado a deportistas lucirlo;  David Beckham fue el primero cuando recibía la Orden del Imperio Británico luciendo uno, e incluso siendo capaz de combinarlo con un jaqué.

 

Ahora bien, a no apresurarse, que no es tan fácil llevar un rodete o man bun. Es un estilo complicado que debe ir acompañado de una estética y un grooming perfecto para no caer en el look desaliñado.

En primer lugar, no lo confundamos con una colita, con la que los artistas más perezosos se conforman, o con un moño que usan los religiosos en Punjab. El rodete varonil de moda está entre estos dos estilos. Se hace tirando del cabello de delante hasta debajo de la coronilla y, sin apretar, se ata en la parte inferior del pelo. Y voilá, ya tenés el man bun que están pidiendo las damas.

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